60 chabolas en Laguna Larga. Máximo histórico
El núcleo chabolista alcanza récord histórico de chabolas

Más de 60 chabolas el mayor número de la historia y mas de 50 años con ese problema en Alcalá
Dos incendios, dos, son los últimos incidentes que hemos vivido en la zona chabolista de “Laguna Larga”, que en el término municipal de Alcalá, se sitúa entre Torreblanca y la barriada de San Rafael.
Esto empezó hace ya casi 50 años, cuando el alcalde de entonces de la ciudad de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos del P.A. (actualmente Axsi, los socios de gobierno del PSOE en Alcalá) conseguía que de la noche a la mañana, un grupo de chabolas que estaban en la zona limítrofe de Sevilla, exactamente casi en la frontera del barrio de Torreblanca, se desplazarán unos cientos de metros y pasaran a ocupar suelo 100% Alcalareño. Creando así un problema para nuestra ciudad que no se ha podido o sabido solucionar en tantísimos años y que actualmente ha batido el triste récord en cuanto al mayor número de chabolas, superando las 60 y subiendo sin que se haga nada al respecto.
En principio el número de chabolas oscilaba más o menos en unas 20, pasando en el 2017 a unas 40 y actualmente la alarmante cifra de más de 60 viviendas precarias con una población que supera las 400 personas en ese núcleo.
A principios de los años 2.000 se ejecutaron en la zona de Laguna Larga planes integrales para la erradicación del chabolismo y se derribaron muchas de las construcciones ilegales que allí existían, bajando el número de las mismas considerablemente, pero ya desde el 2012 no se ha hecho absolutamente nada en esa zona.
Hubo sobre el 2004 un plan para establecer allí un polígono industrial, pero mientas se planificaba y se negociaba con los habitantes del asentamiento llegó la crisis y se tuvo que aparcar dicho proyecto por falta de liquidez.
Los problemas se amontonan, pésimas condiciones sanitarias y saludables, abastecimiento sin control alguno de agua potable o no, suministro eléctrico irregular, problemas de escolarización y de alimentación, escasez dotacional básica, el muy difícil trabajo de los servicios de Policía y de emergencias, denuncias por animales sueltos en la carretera produciendo hasta el fallecimiento de conductores y animales, incendios descontrolados… Una zona casi de absoluta anarquía en todos los sentidos, con menores sufriendo las consecuencias.
Empezábamos este artículo hablando de incendios, pero queremos terminarlo hablando de soluciones, señores del equipo de gobierno, esto hay que solucionarlo, no es justo ni para los que allí viven, ni para los vecinos de la zona, ni para los que tienen que pasar por allí, ver, vivir y sufrir lo que ese asentamiento es y provoca.
Tal vez el gran problema es que está en una “esquinita” de nuestro territorio y claro, por allí no se pasa andando, corriendo o para ir a seguir aumentando el álbum de fotos del político de turno, que prefiere las fotitos en los conciertos o actos gratis, más que con las mangas “arremangadas” y peleando por el bienestar de sus vecinos, vivan donde vivan y afecte a quien afecte.
En política mirar para otro lado o no ejercer tu trabajo se llama , entre otras cosas “inacción” y el no hacerlo puede incurrir en temas más peligrosos y de mayor responsabilidad para los concejales y alcaldes.
Los datos son tremendos, se multiplica por tres las chabolas en los últimos años y las personas que allí viven, y ni un solo gesto ni acción para ese problema.