El juzgado número 3 de Alcalá investiga la muerte de los dos trabajadores
La casa Ibarra quedará marcada para siempre como el lugar donde dos personas murieron injustamente

Han pasado dos días desde la muerte de dos trabajadores en la obra municipal de la casa Ibarra.
Dos personas que se hacían cada día cinco horas, si, cinco horas de viaje para llegar a hacer su jornada de trabajo de otras 8 horas, dos personas que al ya no estar con nosotros, han dejado viudas, huérfanos y familias enteras rotas.
El único superviviente roto por lo que había vivido, se revelaba y denunciaba las condiciones de trabajo en las que estaban, la falta de medidas de seguridad y errores en la prevención de riesgos laborales de la obra. Este chaval ha vivido algo que no se le va a olvidar en la vida, algo que le marcará para siempre, les aseguro que la impotencia ante la injusticia y el casi no poder reaccionar es algo que se te clava en el alma.
Al conocerse la noticia, casi todos ya éramos expertos en periodismo, seguridad en el trabajo, equipos de rescate y en contratación pública, además de juristas de primer nivel, en Alcalá lo de “sostenme el cubata” es uno de nuestros deportes locales.
Mientras tanto, profesionales trabajaban para rescatar los cuerpos de los trabajadores con un hilo de esperanza de que siguieran vivos, otros controlando la zona, ayudando lo que se podía… más abajo comenzaban los miedos y el “yo no tengo la culpa” o el “no es mi responsabilidad” o eso de a quien le va a tocar “comerse” esto, el dolor de estómago tuvo que ser importante para algunos y a varios no les importaría eso de “son las 5 y no he comido” porque no tendrían nada de hambre.
La peor de las noticias saltaba y la desesperación y la verdad rompían el alma de los familiares y amigos.
Aquí no hubo silencio, hubo llantos y gestos de dolor y desesperación. Las reacciones de los vecinos de Alcalá por las redes no se hicieron esperar, desde los que lamentaban por lo ocurrido y deseaban un descanso en paz, hasta los que ya ponían y pedían cabezas políticas y empresariales por el hecho, pero en todos se notaba su indignación y pena por algo que no tenía que haber ocurrido nunca.
Ustedes van a perdonar que hoy no demos nuestra opinión sobre las reacciones y el comportamiento de nuestros políticos tras este terrible suceso, estamos aún de luto y los tiempos ahora, a pesar de lo que algunos creen, son judiciales, su señoría tomará declaraciones a toda persona que estime oportuno para aclarar los hechos e impartir justicia, habrá una lista de imputados que pasarán por la pena de banquillo mediático y físico y al final será la justicia la que hable. Visto lo visto en Alcalá, y lo que somos capaces de olvidar y perdonar políticamente , entendemos que no ocurrirá nada reseñable y la culpa la tendrán los otros…
Ahora, al pasar por delante de la impresionante fachada de la Casa Ibarra, ya no hablaremos de que si se está derrumbando o de que pena que se haya abandonado, a partir de ahora la Casa Ibarra es un sitio maldito donde dos personas perdieron la vida sin merecerlo.
Desde nuestro rinconcito en las redes, solo deseamos lo mejor para esas familias que han perdido a sus seres queridos y que sella justicia sea justa con los vivos y con los muertos.