Cuando la amistad se convierte en familia.

GENTE DE ALCALÁ

CUANDO LA AMISTAD SE CONVIERTE EN FAMILIA

Ellas Carmen, Carmeli, Camila, Minerva, Cari, Susi, Laura, Chari, Merchi, Macu, Fina y otra Carmen, son mas que amigas y cada día quedan, las mas veteranas desde hace 20 años, a desayunar y como ellas dicen:“Hasta la hora del Ángelus” en el bar “La Placita”.

Cuando llegas te reciben con una sonrisa y con un brillo en los ojos que revelan de que están felices allí, rodeadas de amigas, aunque afirman que Carmeli es la madre de todas.

Este grupo de mujeres alcalareñas fueron empresarias, trabajadoras, amas de casa… y siempre serán hijas, madres, tías, hermanas, abuelas y bisabuelas.

No se conocían y el destino fue justo con ellas para provocar que sus vidas se cruzaran, por llevar a jugar a sus nietos a la placita, por momentos de soledad, por mirar que había unas mujeres que quedaban todos los días y se acercaron, hasta terminar consolidando un grupo de amigas que hoy son hermandad.

Nos dicen que hablan de todo, que se dan consejos cuando alguna tiene problemas o le preocupa cualquier cosa, de lo que sea, la sabiduría que da la experiencia y el amor en cada uno de ellos son los mejores asesores. Aunque aseguraban que no critican, les podemos afirmar que si, porque lo hacen entre ellas mismas, así que imagínense si no te tienen delante… El deporte nacional alcalareño por favor.

Tienen su grupo de “La Primitiva” pero nada, no consiguen dar un buen “pelotazo”, ni regular tampoco, pero no les hace falta, su verdadero “pelotazo” es el que no se puede comprar con dinero,el amor, la amistad, la lealtad y la felicidad que desprenden todas ellas.

Historias de vida, como la que nos decía Carmen, que tras fallecer su “Manolo”, toda la vida juntos, el echo de tenerlas a ellas, le obligaba a levantarse de la cama cada día e ir a verlas como magnifica terapia y la mejor medicina para seguir en la vida hacia adelante. O lo que hace llevar a los nietos por la mañana mientras ayudan a sus hijos que trabajan y se vuelven a convertir en pieza fundamental de sus familias, o de cuando ayudaron a un señor que estaba desnutrido y casi abandonado por la calle y entre ellas han conseguido que sea atendido por los servicios sociales, o que durante una trombosis que tuvo a una de ellas en la cama 8 meses, lo primero que hizo al salir fue ir a desayunar con sus amigas.

Nos levantamos de verlas como llegamos, con una sonrisa y repartiendo besos, ya lo decía Shakespeare: “ los seres humanos estamos hechos con el mismo material con el que se construyen los sueños”, y yo me pregunto que igual ya sabía que iban a existir estas “chicas de Alcalá”

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