Homenaje a Miguel Ángel Blanco 28 años después de su asesinato
El próximo 17 de Julio a las 20 horas en la Plaza Miguel Ángel Blanco de nuestra ciudad

28 años después, seguimos diciendo: “No olvidamos”
Homenaje a Miguel Ángel Blanco en memoria, dignidad y verdad
El próximo 17 de Julio en un acto nuestro municipio se une al homenaje nacional en recuerdo de Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA hace ahora 28 años. Su secuestro y asesinato en julio de 1997 marcaron un antes y un después en la conciencia colectiva de millones de ciudadanos. Aquel joven de 29 años, concejal de Ermua, se convirtió en un símbolo de libertad, valentía y resistencia cívica frente al terror.
Bajo el lema del manifiesto “Meditar sobre lo que pasó es deber de todos”, inspirado en las palabras del superviviente del Holocausto Primo Levi, este acto es más que un ejercicio de memoria: es un compromiso con la verdad histórica, la justicia y la dignidad de las víctimas del terrorismo.
Durante los días en que Miguel Ángel fue secuestrado, España entera se movilizó como nunca antes. La ciudadanía respondió con una firmeza ética ejemplar, saliendo a las calles, alzando la voz contra la barbarie y gritando al unísono: “Basta ya”. Ese espíritu de unidad, que hoy recordamos como el Espíritu de Ermua, simbolizó la reacción democrática frente a quienes pretendían imponer sus ideas por medio de la violencia.
Hoy, casi tres décadas después, seguimos reivindicando ese mismo espíritu. No hay justicia sin memoria. No hay convivencia sin verdad. Y no aceptamos el olvido ni la legitimación del terrorismo, ni la impunidad de quienes aún se niegan a condenar lo que fue una de las páginas más oscuras de nuestra historia reciente.
Este acto es también una denuncia clara ante una situación política que consideramos éticamente inaceptable: la presencia de herederos políticos de ETA en las instituciones, su blanqueamiento público y los pactos que otorgan poder a quienes no han pedido perdón ni han roto con la violencia. El silencio cómplice y la renuncia a la memoria son nuevas formas de injusticia.
Invitamos a todos los vecinos a asistir y participar en este acto de homenaje. Porque la historia de Miguel Ángel Blanco no puede quedar relegada al recuerdo ocasional. Es un legado que interpela a nuestra conciencia como ciudadanos, y nos recuerda que la democracia se defiende también desde la memoria.