EL PSOE DE ALCALÁ ¿LO VOTAN SOLO SUS SUBVENCIONADOS?
Opinión:
4.454, 4.454, 4.454… Si alguno de ustedes o yo mismo tuviéramos algún cargo importante en el PSOE de Alcalá, este número no podría ni debería sacármelo de la cabeza.
Esos son los votos que han perdido de unas elecciones a otras, más de un 33% de sus votantes, y ustedes dirán: “Eso son las europeas, luego aquí ganarán”. Pues ya no es del todo cierto, lo primero es que aquí llevan ya dos elecciones pactando con partidos que luego revientan y mandan a la papelera, a cambio de unos magníficos sueldos que no merecen y que pagamos nosotros. Y no solo pagamos los sueldos, pagamos sus incompetencias, además le financiamos su no saber ya ni gestionar ni siquiera “gastar” un presupuesto, eso si, menos en sus nóminas y concesiones.
De este resultado se sacan varias lecturas pero una es muy preocupante, y una siniestra pregunta planea por las “cabezas pensantes” ¿Al PSOE de Alcalá en las municipales, solo les votan los que obtienen algún beneficio económico o alguna concesión o subvención?
Entendemos que este partido tiene una base social sólida de muchos años y de verdaderos socialistas, que votarán a su partido pase lo que pase, pero esa base va envejeciendo y menguando y aquí cada vez más aparecen en las asambleas del mismo personas que, o están trabajando ellos o algún familiar suyo en el Ayuntamiento o empresas que trabajan o son del mismo, y personas que reciben ayudas, subvenciones o alguna cosa por parte del equipo de gobierno.
Y eso es algo que Ana Isabel y el PSOE de Alcalá debería de entender como un problema, igual antes les ha servido para su posible “red clientelar” pero ahora esto ya lo saben los de la oposición (espero que no desde este momento, porque alguno no habría caído),e igual se dedican a evitar que se llegue con dinero al último año de mandato para contratos de esos de 6 meses o temporales, para esos arreglos de calles, para esas subvenciones “fáciles” y a tiempo, para que el día del voto no exista una presunta “red de agradecidos” al PSOE.
Son tiempos de mirarse el ombligo y de cambiar, si quieren volver a ser el partido que un día fueron, ese del que presumían sus afiliados y se sentían orgullosos por sus logros sociales y no el partido que tienen que estar excusando continuamente y cada vez con menos seguidores y menos argumentos.
De la oposición hablamos en otro momento.
