“2024: EL AÑO EN EL QUE NO AVANZAMOS”
Nota de Prensa
LA URGENTE NECESIDAD DE UN NUEVO RUMBO PARA LA CIUDAD
Balance político de 2024 por el Partido Popular de Alcalá:
Alcalá se encuentra en un punto de estancamiento donde las promesas de progreso y mejora parecen desvanecerse en el aire. A lo largo del último año, el Gobierno Municipal ha sido incapaz de generar avances reales que transformen la ciudad y mejoren la calidad de vida de sus habitantes. En lugar de avanzar, se ha mantenido el mismo ritmo lento y repetitivo de proyectos que no aportan soluciones efectivas.
Avanzar es dar pasos hacia la mejora común. Es andar el camino que nos lleva a un mejor bienestar, a una mayor y mejor calidad de vida, a más dedicación por los más vulnerables, a ser más solidarios con los que menos tienen y a edificar un futuro más próspero para todos.
Avanzar no es una meta, sino que es el camino mismo. Y se avanza cuando se camina y se camina cuando se actúa y con las acciones se consiguen resultados.
Pero nuestro Gobierno Municipal ni siquiera está en el camino. Durante este año recién finalizado, no ha habido resultados. Y no los ha habido porque no ha habido actuaciones, nada nuevo, nada se ha creado, nada que permita obtener otros resultados que mejoren lo de siempre.
Se han seguido vendiendo las obras e inversiones que recordamos desde hace lustros: el aparcamiento de Nicolás Alpériz sigue haciéndose a pesar del despilfarro de las aguas estancadas, colgadas o embalsadas -la terminología cambiará según a quién se le pregunte-, la Casa de la juventud sigue en obras y apenas se ha podido abrir el aparcamiento público en las postrimerías del año con unas medidas de seguridad más que cuestionables, hemos visto que la Casa Ibarra sigue tal cual estaba hace años y que el centro de interpretación del Castillo sigue siendo el mismo despropósito que el pasado año y que el anterior, así como hemos visto nulos avances sobre el edificio de la antigua comisaría de Policía que necesita convertirse urgentemente en una digna sede judicial.
Ni una sola obra nueva ni una sola medida en los polígonos industriales, en las vías de comunicación interiores, en las instalaciones deportivas, para la puesta a disposición de viviendas, para la eficiencia energética o para la innovación industrial y empresarial.
Ninguna obra o infraestructura transformadora. Bueno ninguna salvo las obras del tranvía, que esas sí que avanzan a ritmo imparable, pero gracias a la apuesta decidida y definitiva de la Junta de Andalucía con su presidente Juanma Moreno a la cabeza que, después del abandono sufrido por los anteriores gobiernos autonómicos y de todos los gobiernos locales, ha puesto en marcha todo lo necesario para que el tranvía nos ponga a las puertas de Sevilla y nos conecte con la red metropolitana de cercanías.
Insistimos, ninguna obra de competencia local que nos que permita virar el rumbo y encaminarnos a ese avance tan necesario, que nos haga salir de los ránquines de ciudades con mayor desempleo, que no nos avergüence de las pobres rentas medias por habitante y que nos saquen de las listas de poblaciones con mayor porcentaje de población en riesgo de exclusión social.
No se consigue avanzar en las políticas sociales, en la inclusión, en la consecución de la auténtica igualdad. Los poquitos avances que han tenido lugar lo han sido a iniciativa de nuestro grupo municipal que no ha dejado de promover mejoras en la accesibilidad para peatones con movilidad reducida en distintos puntos de nuestra ciudad, así como la más reciente declaración de Alcalá como “Ciudad amable con las personas con discapacidad intelectual” que fue aprobada por unanimidad en el pasado Pleno del mes de diciembre y que nos tiene que llevar a adoptar medidas que beneficien a las personas con discapacidad intelectual, a sus familiares y a las personas e instituciones cuidadoras.
La sociedad alcalareña avanza cuando las decisiones se toman para ellos y no de espaldas a sus necesidades: hemos visto cómo acuerdan prohibir el pago en metálico del aparcamiento público de la calle Rafael Santos cuando claramente eso no beneficia al ciudadano; hemos visto cómo se adoptan y publican acuerdos que afectan a ciudadanos sin siquiera contar con su opinión para luego ampararse en que los plazos de las alegaciones han vencido y que nadie ha protestado, como si los alcalareños estuviesen todo el día leyendo el BOP a ver si su Ayuntamiento ha decidido algo que les pueda perjudicar. ¿O no ha sido ese el caso de los vecinos de Santa Genoveva?
Hemos visto cómo se aprueban en los Plenos mociones propuestas por este Grupo Municipal que representan medidas para beneficiar a los ciudadanos que nunca ven la luz, porque como la ley no obliga a su ejecución… Por ejemplo, ¿acaso algún vecino ha visto alguna información, alguna comunicación o alguna medida para protegerlo frente a las olas de calor extremo durante los cinco episodios que vivimos este verano? ¿Se ha instalado algún metro cuadrado de sombra para los meses veraniegos? ¿Acaso existen localidades reservadas para el público con dificultades auditivas o visuales en el Ribera del Guadaíra, tal y como se aprobó en su día?
Y el gobierno local, sobre todo, en su acción política diaria necesita avanzar en reconocimiento de la pluralidad: sus medidas y sus acciones tienen obligatoriamente que dirigirse al conjunto del pueblo alcalareño, voten lo que voten o piensen lo que piensen y vivan donde vivan…Otra vez en este año hemos visto cómo se seleccionan los barrios en los que intervenir mientras caen en el olvido aquellos otros que, según entienden, les son menos rentables electoralmente. A ver qué opinan de esto los vecinos de Oromana, o los de la barriada Pedro Gutiérrez, o los del camino de Matamoros o los de San Rafael o los de San Benito o los de La Galbana.
En conclusión, Alcalá necesita con urgencia un cambio de rumbo, un plan de acción que no solo se base en promesas, sino en medidas concretas que generen un verdadero impacto en la vida de sus ciudadanos. Es fundamental un gobierno local que actúe de manera decidida y transparente, priorizando las necesidades de todos los barrios y sectores de la ciudad. Solo así podremos avanzar hacia un futuro más próspero, justo y sostenible, y lograr que Alcalá se convierta en la gran ciudad que sus vecinos merecen.
