Opinión

A su excelencia Señora del Pazo de la Plaza del Duque.

No hace mucho tiempo que este que le escribe deambulaba por las lindes de lo que usted considera suyo y yo considero nuestro, o más bien, de todos.

 

A su excelencia Señora del Pazo de la Plaza del Duque.

 

Estimada señora:

No hace mucho tiempo que este que le escribe deambulaba por las lindes de lo que usted considera suyo y yo considero nuestro, o más bien, de todos.

El paseo por lo que usted considera su predio suele ser una suerte de confidencias, las más de las veces en voz baja, por miedo a que usted, o cualquiera de los secuaces de su guardia pretoriana, tome nota y quede sin trabajo, oficio, beneficio o prebenda.

El miedo o la congoja son tales, que el mero hecho de mentar las palabras mágicas “pareja sentimental” hace el efecto contrario de “ábrete, Sésamo”. Es mucho el miedo y más grande el descontrol. Por ello, ante la pregunta de:

—¿Qué sabe usted de esto?

La contestación es:

—Pues el Betis va muy bien.

Muchas serán las explicaciones que su excelencia habrá de dar a lo largo y ancho de la linde, y muchas son las historias que se irán contando; las más de las veces serán mentira, y está bien que yo lo diga, pues, como su excelencia sabrá —y si no fuere así, yo se lo cuento—, soy de las pocas orejas que ha escuchado y leído cada una de las frases que usted y otros grabaron para la posteridad y posterior uso contra el entonces alcalde de esta villa y, a la limón, compañeros y compañeras a los que usted y otros metieron en un lío cuyos coletazos aún perduran.

Porque sepa su excelencia que, a pesar de que la justicia hablare y dictare sentencia, la mancha no se limpia. Asimismo, la que ahora es su “verdad” será suya y solo suya, y de nadie más, porque los argumentarios solo convencen a los deudores.

Y de las deudas se sale con los pies por delante o con la cabeza llena de canas; de lo que no se sale es del fango, y su excelencia se ha metido hasta las trancas.

Ha ignorado una máxima que hay en política, y es negarlo todo, aunque le pillen con las enaguas subidas y los calzones bajados: negar, o como poco, ignorar.

Su excelencia, alentada por un séquito bien pagado pero muy mal trabajado, ha entrado al trapo como un miura; tras una suerte de capotazos ha enfilado el caballo y se ha encelado con la protección, para recibir un puyazo que la ha dejado con el brío justo para esperar las banderillas.

Su excelencia sabe bien que hacer política rodeado de barracudas es difícil, sobre todo si las barracudas son de su propio partido.

Porque la oposición, para bien o para mal, no se fija en la cosa de los amoríos más allá de lo que mandan los cánones del recato y el boato, que con dos misas y tres avemarías ya hay dispensa suficiente. Más de ello sabe su excelencia, que tras llegar a la ermita del Rocío, la izquierda a la que usted representa adquiere el perdón de los pecados en conjunto.

En lo que sí se fija la oposición es en los detalles, que son justo en lo que no se fija ese séquito bien pagado, bien comido y engordado al que usted llama asesores, y que no son más que una serie de pánfilos que han empezado a trabajar para su sustituto.

Dentro de diez o veinte años, cuando su excelencia deje de ser excelencia y todos le vuelvan a decir “Ana”, la justicia le habrá dado la razón y usted podrá hacer uso del matrimonio sin escándalos.

Todo se olvidará, con ese encanto que tienen los pueblos, donde el tiempo es un susurro, el susurro una mentira, la mentira una envidia y el amor un negocio.

A los pies de su excelencia:

Fernando Viera

¿ Qué te ha parecido?
+1
1
+1
0
+1
1
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
Muestrame mas

Fernando Viera

Si no fuera yo, sería el que pone agua en el Congreso de los Diputados. Escribo porque si no, reviento, y una vez estuve en un gimnasio. Creo que en invierno hace frío y en verano calor, soy un negacionista.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies