Desde la ventana de mi salón, veo a la vecina limpiar su rellano, con sus rulos y su bata, y yo he salido con mis pelos y mi bata de estrellitas rosas, que fueron blancas antes de lavarla con una prenda roja, cosas de soltero, a veces pasa, a dar los buenos días, si su bata es hortera, la mía es horrible, si ella canta por la Niña Pastori (que ya va siendo hora que le digan señora Pastori), yo le pongo a Vivaldi desde Alexa, a toda hostia, y lo hago por joder, desde los «buenos días» hasta Vivaldi.
Les voy a contar algo sobre los divorcios, de esto sé bastante más que de política, hay unas reglas que se cumplen siempre; siempre hay uno bueno y otro malo, siempre hay uno que se queda con todo y otro que se queda a verlas venir, siempre hay un traidor y un traicionado, una alineación parental de los hijos, siempre hay rumores y certezas de terceras personas y de cuartas intenciones, y por último siempre se cumple la regla del argumento en contra, yo dije, tú dijiste, tú firmaste y aquí pone, dónde dije digo pone Diego.
Y lo peor es la vergüenza ajena que da todo esto y el espectáculo.
El espectáculo inútil, por sentido y por formas que han dado desde Alcalá nos Importa, los dos titulares de esas sillas que tanto les ha costado conseguir, sería bochornoso y carente de sentido, y aburrido como el Festival de Eurovisión, si no contáramos la verdad del asunto.
Ustedes son fruto del PSOE, son una herramienta más de un sistema asqueroso, basado en el divide y vencerás, son un vector necesario, el que le hacía falta al equipo de Isabel Jiménez para restarle votos a los otros, y poder gobernar con cierta soltura.
Han sido ustedes los que se han ido metiendo en la trampa solitos y les ha podido el ego.
Se han dejado asesorar, hasta que se han creído que saben más que los demás, sin entender, que ahí arriba, no se llega sólo, y que hay pagar como decían en Fama, con sudor.
Otros partidos tienen peculio y alpiste de sobra, ustedes no, ustedes sólo tienen dos sitios, porque a última hora hicieron lo mismo y se endeudaron hasta las manillas, y como en el sketch de los cómicos Faemino y Cansado, ahora prefieren que les digan «payaso».
Todo empezó mal el día que se impusieron la medalla a si mismos, despreciando, con ese gesto, la voluntad popular nacida de la democracia, y que es que la «primus inter pares», permítanme el latinajo mientras suena Vivaldi y berrea mi vecina, es decir, que la señora elegida por la mayoría como la representante de todos, les diera voz en la casa de todos.
Siguió el sainete con el juramento, que si bien no hay uno establecido, al menos hay que llevar uno en la cabeza, para que los que le han votado, sepan que ahí va un tío «preparao» que nos va a representar a todos, y no un gañan.
Y la guinda del pastel se puso el otro día, cuando el señor Roldán se sentó entre el público, este gesto que permitió la señora Jiménez con toda la intención, tenía que haberse concluido con quitarle la palabra al señor Roldán, porque desde ahí, no se habla, porque los que te han votado, quieren que te sientes ahí arriba, porque eres un «primus inter pares» como ella, especial entre los iguales, y el pueblo te da la palabra para que expreses el sentido popular de los que te han votado y de los que no.
Por último renunciar al sueldo de Concejal, otro gesto inútil, no cobrar por un trabajo realizado, como si el dinero que sale del bolsillo de todos para que usted ejerza una función por un esfuerzo, fuera susceptible de desprecio.
Estas cosas, si no las entienden, es mejor que dediquen tu tiempo a limpiar de hierbas, los rincones de Alcalá, con una cabra.
Otra de las cosas que siempre ocurren en los divorcios, es que nadie se acuerda de los buenos tiempos, porque la memoria de un divorcio se reduce al día del «hecho causante», atrás quedan las risas y las confidencias en los mentideros y las fotos sonrientes; en donde se os fue empujando para ser un partido político y no un matrimonio bien avenido, con toda la intención del PSOE B, que vio una oportunidad de meterle una cuña en el zapato a la señora Jiménez, y toda la vigilancia del PSOE A, porque la señora Alcaldesa no es tonta, por eso la quiere la gente una «mihita» más que a los demás, que traducido al idioma político y a la matemática contundente, es ganar las elecciones.
Por delante queda, los dimes y diretes, los chismes, la desconfianza…
En los divorcios siempre, con el tiempo, llega el olvido, seis meses, no más, ni furgoneta, ni manifestaciones, ni mascarillas, ni ayudar al que lo necesitaba, ni aliméntate, ni rastríllalo; con el tiempo, no tendréis interés, y ya lo estáis viendo, pasaréis a haceros las preguntas solos en vuestras ruedas de prensa, cuatro años de esfuerzo tirados a la basura, sumado a la desconfianza de un electorado cuya papeleta parece una entrada del circo.
Si una vez canté por Sabina la de «Esta boca es mía», hoy declino por Bambino «… Me parece que es teatro»
Y mi vecina, ha llamado a mi puerta para que baje la música, que Vivaldi la desconcentra de sus berridos por la Niña Pastori, con lo bien que me caía antes y la hincha que le estoy cogiendo, esto también huele a divorcio.
Fernando Viera.
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