… Te desean tus amigos de Parchís
… Te desean tus amigos de Parchís
Comentaba con un amigo que habíamos visto cumpleaños con más gente que en el Congreso Nacional del Andalucismo.
El problema es bastante grave, si tenemos en cuenta que cambiar de nombre es más fácil que cambiar de sexo, del mismo modo que cambiar de ideales.
Que decía Groucho Marx “Estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”, y es que el primo de Carlos Marx era un cachondo, y la frase, no era suya, pero se la ha quedado “pasiempre”; el Capital también tiene dudosa factura, que me perdonen mis primos del PCE, y al árbol genealógico de los Marx, podemos integrarle cuantas personas del mismo apellido queramos.
Incluso siendo coetáneos, alguien podría pensar en una foto de familia entre Blas Infante y Carl Marx, veraneando en el Reino de Conil; imposible para esta gente no hay nada.
Podemos en política hacer cuantos juegos de manos deseemos, mientras en los medios afines a los socios de gobierno calculan que acudieron al congreso nacional 200 personas, de la nación de Jaén, de la nación de Cádiz,… ya me entienden, lo que viene siendo un congresito de nacioncitas inventaditas, yo conté 54, incluidos tramoyistas, técnicos de sonido y acomodadores.
Incluso podría decir que había más gente en el escenario que en patio de butacas, podríamos decir que 200 es un bulo, pero como lo dice un medio oficial, digamos que es una “mentirijilla” piadosa.
Lo malo es que en política tenemos sobrante de “mentirijillas”, o como diría la señora Ballesteros, tenemos superávit, y aún queda remanente para escuchar muchas más, y es que “conocer la verdad no tiene precio”, salvo el que se auto impone uno mismo.
Me quedo con la frase de Blas infante, “campesinos andaluces no emigréis, combatid”, porque abandonar el barco es fácil, cambiar de ideas, cambiar de nombre, eso es lo fácil, lo difícil es mantener la compostura y tirar “palante”
Sin embargo hay que tener en cuenta, que cuando algo ya no te representa, se dice adiós, y eso no es cambiar de bando, eso es seguir siendo fiel con uno mismo hasta que llegue esa idea que te llene de algo parecido a la esperanza, y que no es más que coherencia.
“Andalucía necesita de su juventud, pero de la juventud honrada, de la juventud trabajadora, de la que pone sus ideales fuera del camino trillado por la vulgaridad”, ese mismo camino por el que se pierden tanta gente con ganas de hacer cosas, mientras comprueba cómo los políticos a los que vota se venden al mejor postor, un postor que ahora los ignora, porque los socios de gobierno en Alcalá, siempre han sido baratijas sin ideales.
Fue un cumpleaños, estuvo escaso de canapés, y no corrieron ríos de champán, el dispendio fue después, porque son rácanos hasta para dar una copita y eso que la pagamos entre todos.
Como decía Bambino.
“Falsedad bien ensayada, agradable simulacro, … lo tuyo, me parece que es teatro”
Fernando Viera.