A estas alturas de la película democrática y cuando somos testigos mudos, en la mayoría de los casos, del advenimiento de la dictadura de los idiotas, a nadie le parece extraño que haya en el mundo una legión de señoritos andaluces dispuestos a recuperar el airecillo indulgente de la dehesa, «por aquello de a río revuelto…», con su amanecer pausado y los haces de luz cortando como sables la obscuridad de la mañana.
Pero lejos de la imagen bucólica del toro en la loma, está la imagen realista de los «politicuchos» en los despachos, que prestan servicio como lebreles tras paloma caída en lance, al señorito andaluz de turno.
El mundillo del «peloteo al artisteo»  es así, y le decimos «guapo» a cualquiera por el hecho de salir en la tele, acompañado de otros «guapos y guapas» contando siempre las mismas anécdotas, por cierto, siempre son los mismos en los mismos programas, a esta endogamia televisiva, antes le decían «caspa».
Pero ahora no se le dice nada, tal vez sea porque ese «quehacer», tan manido, es también propio de Ayuntamientos miserables, en cuyos rincones sólo encuentras familiares y amigos bien colocados.
Empecemos por decir la verdad, no somos iguales, lo siento, siempre hay clases, si yo pido agua para regar los geranios de mi balcón puede que venga un guardia y me meta un «puro», ahora bien si Bertín Osborne necesita 69 millones de litros para regar sus tierras, ahí los llevas, y la sequía de la que hablamos en Andalucía se olvida por arte de magia.
Eso es «magia verdadera» que dice Pepa Pig.
Y es que no es lo mismo, «mi casa es la tuya» que  «tolotuyo es mío», con el aval divino, de la mano alzada a propuesta de Isabel la Caótica con el consentimiento de Nekane la triste, y de su escudero, Christopher el phothogénikho, lo que viene siendo mayormente, la Democracia.
¿Y los arbolitos, y el césped de de las barriadas humildes y el cambio climático?
Para la amiga Nekane la verde son falacias, fascistas, filibusteras; el amigo de Alcalá, Bertín primero el Conquistador, tiene que regar una higuera, es primordial y puro paroxismo.
En las tierras de Bertín no hay cambio climático, no existe eso, son embustes para el pueblo llano; que conste que yo también soy un «negacionista», en invierno hace frío y en verano hace calor, he llegado a pensar que el hombre jamás pisó la Luna, y no sólo eso, yo pienso que la Tierra es redonda como una sartén, sí, soy «sartenplanista».
El cambio climático no es igual para todo el mundo, cuidar del planeta requiere sacrificios y los barrios modestos deben de sacrificarse, nada de jardines, ni árboles que eso gasta mucha agua, hay que ser generosos, 69 millones de litros de agua a una propiedad privada, en un hotel de lujo, que probablemente usted nunca pise.
Bertín primero el Conquistador aterrizó en  Alcalá, con su viz cómica y su porte majestuoso, en un mitin del Partido Socialista, se hizo fotos con vuestra querida Isabel la Caótica, y yo empecé a preguntarme porqué maúlla tanto el gato, empecé a acordarme, y no se porqué, de Cachuli y la Pantoja.
Evaristo, hazme el hueco que ha dejado Bertín, que me apunto.
Y conste que me parece muy valiente, abrir un hotel, en Alcalá de Guadaíra, que como todo el mundo sabe es un sitio limpísimo, segurísimo, turistiquísimo, con su espumoso río, y esos olores de la mañana que recuerdan la parte esa de la dehesa donde van a cagar los toros, vamos, un negociazo que va a hacer «usté», amo Bertín, y no se preocupe por los de la mano en el capullo, que aceptan Bertín como «pseudofacha» de compañía.
Pues muy bien, 69 millones litros de agua, con el beneplácito del Partido Popular, que llegó desde la catequesis al pleno para decir a todo que sí, sin poner ninguna pega, mientras los Cuatro Fantásticos de Evaristo y su mujer invisible se reían, porque van a reírse, y los del Alcalá me importa poco, como en la Divorcio a  la Italiana, Marcelo Mastrioanni ocupado en quitarse de encima a Daniela Rocca, de momento ha conseguido que se siente entre el público.
Con esta oposición, y tanta agua de sobra, los Andalucistas Nekane, Christopher y la sombra del señor Zamora, andan preparando un proyecto estrella de infausto recuerdo, un delfinario en el castillo, será por agua.
Y mañana más, usted pida don Bertín, que todo lo que ve en lontananza es suyo, hasta donde le alcance la vista es un cortijo sin papeles.
Un poquito más allá es del cortijo de Puigdemont, que es como usted, también cae bien en el Partido Socialista.
Cosas Veredes.
Fernando Viera.
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